Atracciones imperdibles en Maimará un paraíso a gran altura
Un paraíso en lo alto de la montaña: Descubre las mejores atracciones en Maimará
Maimará, una encantadora localidad en la provincia de Jujuy, Argentina, esconde un tesoro de atracciones turísticas esperando ser explorados. Sus paisajes montañosos impresionantes, caracterizados por colores vibrantes y formas caprichosas, se entrelazan con la atmósfera tranquila de sus tradicionales casas de adobe.
A pesar de su pequeño tamaño, Maimará ofrece una riqueza cultural y natural inigualable. Desde formaciones geológicas únicas hasta museos que preservan la identidad local, este rincón del norte argentino te cautivará con su encanto. En este artículo, te invitamos a sumergirte en las maravillas que te ofrece Maimará, destacando principalmente las atracciones que más cautivan a los viajeros. Prepárate para descubrir un paraíso en lo alto de la montaña, lleno de sorpresas y belleza.
Maimará es una encantadora localidad ubicada en la provincia de Jujuy, Argentina. A pesar de su tamaño, esconde una gran cantidad de atractivos turísticos que hacen que una visita a este rincón sea realmente especial. Desde sus paisajes montañosos espectaculares hasta sus tradicionales casas de adobe, Maimará tiene algo para todos los gustos. En este artículo, te mostramos algunas de las mejores atracciones que puedes encontrar en este pintoresco lugar. Si quieres descubrir más sobre las maravillas que ofrece Maimará, ¡sigue leyendo!
Las mejores atracciones en Maimará
1. Las Paletas Del Pintor
Una visita a Maimará no estaría completa sin recorrer las famosas Paletas del Pintor. Estas formaciones naturales con colores increíbles se pueden apreciar desde la ruta ya que destacan con su belleza. Para los aventureros, existe la opción de subir al mirador del Pincel del Pintor, aunque se debe considerar que el recorrido puede llevar hasta 4 horas, dependiendo de la condición física. Sin embargo, desde el mirador de la Virgen de Punta Corral, que se llega en menos de una hora, las vistas también son impresionantes.
Una ventaja de las Paletas del Pintor es que se pueden disfrutar desde la ruta sin necesidad de parar. Sin embargo, para apreciarlas en toda su magnitud, se recomienda acercarse al pueblo y dirigirse al río. Allí se obtienen las mejores vistas. Además, encontrarás allí un bar-restaurante con una vista espectacular para disfrutar de un café o una bebida mientras observas esta maravilla natural.
Aunque algunas personas las consideren una belleza natural más del norte argentino, a nosotros nos fascina la variedad de colores y formas que desafían la imaginación y nos hacen reflexionar sobre la grandeza de la creación. La amabilidad de la gente local también fue una experiencia enriquecedora que nos permitió disfrutar aún más de este lugar.
En definitiva, nuestra visita al lugar fue única y la recomendamos a todos los viajeros que visiten la región. Cabe destacar que, si ya has recorrido otros lugares con formaciones naturales similares, como el Cerro de los Siete Colores o el Hornocal, es posible que las paletas no impresionen tanto como esperabas. Sin embargo, en nuestro caso, fue una experiencia memorable que vale la pena vivir en lo alto de la montaña de Jujuy.
2. MEC Museo en Los Cerros
El MEC Museo en Los Cerros fue una verdadera joya que descubrimos en nuestra visita a Maimará. El lugar es un paraíso en lo alto de la montaña, con una fusión perfecta de arte y naturaleza. La exposición fotográfica es excelente, con una colección interesante y de alto nivel. Además, el diseño del edificio es muy bello y se integra perfectamente con el entorno.
Llegar al museo es muy sencillo, ya sea en auto o en remis desde Tilcara y Maimará. Nos sorprendió gratamente encontrar una biblioteca con libros de fotografía de todo tipo. Disfrutamos de un ambiente muy cálido y tranquilo para perdernos en la lectura. La atención es excelente, Alejandra, la chica que trabaja allí, nos fue muy amable y nos orientó en todo lo que necesitábamos. También cuenta con una tienda con productos muy lindos para comprar y un pequeño patio para tomar un cafecito mientras se disfruta del silencio y la naturaleza. En definitiva, recomendamos al MEC Museo en Los Cerros, fue una de las mejores atracciones que conocimos en Maimará.
Otro usuario menciona que el museo es una joya ubicada a pocos minutos de Tilcara, con una caminata fácil de una hora o menos utilizando la Vera del Río para una vuelta más rápida. El diseño del museo y las vistas son realmente lindas, transmitiendo una sensación de paz y tranquilidad. La entrada tiene un precio accesible, aunque la poca difusión puede hacer que pase desapercibido para algunos turistas. En general, la colección es interesante y el entorno es mágico, por lo que el MEC Museo en Los Cerros se convierte en una de las atracciones más lindas de la región.
3. Cementerio Nuestra Senora del Carmen
Nuestro recorrido por Maimará no pudo faltar por el Cementerio Nuestra Señora del Carmen. La experiencia fue inolvidable, especialmente al coincidir con el día de las celebraciones de Todos los Santos, donde pudimos honrar a quienes ya no están con nosotros. Al ser un día no laborable, la iglesia estaba cerrada, pero recorrimos el pueblo para apreciar las costumbres locales y los tributos a los seres queridos.
Nuestra parada frente al cementerio durante nuestro tour a la Quebrada de Humahuaca nos permitió descubrir la costumbre local de adornar las tumbas con flores secas de varios colores. Nos llamó la atención la inscripción "Visite Maimará" en el fondo. A pesar de que no somos fanáticos de los cementerios, encontramos que esta es una experiencia que vale la pena tener, ya que es parte de la cultura de la región.
Recomendamos visitar el Cementerio Nuestra Señora del Carmen con respeto y silencio. Vale la pena disfrutar de la cultura de la zona y las tradiciones que se realizan en cada momento. Es un lugar modesto, silencioso, prolijo y austero, que se puede visitar con mucho respeto. Incluso, si no deseas parar, puedes verlo fácilmente desde la ruta.
4. Bodega Fernando Dupont
En la cima de la montaña de Maimará, descubrimos una joya: la Bodega Fernando Dupont. Aunque llegamos cerca del cierre, la amabilidad de Ale fue increíble. Nos dedicó un tiempo valioso para explicarnos cada detalle y su pasión por el trabajo se transmitió en cada palabra. La calidad de sus vinos es impresionante y la visita vale cada centavo. Súper recomendable.
Lo mejor fue el paisaje que nos rodeaba. A pesar de estar en lo alto de las montañas, el entorno nos hizo sentir en un oasis en el desierto. El recorrido por la bodega nos presentó su historia y sus comienzos mientras disfrutabamos de vistas espectaculares. Únicamente un detalle: hacía un poco de frío, así que recomendamos llevar abrigo.
El camino de ripio para llegar a la bodega podría mejorar, pero la experiencia en Bodega Fernando Dupont valió la pena. La atención fue impecable, realmente nos hicieron sentir bienvenidos. Era evidente el amor que sienten por su trabajo y su pasión por la viticultura contagio. Tomarse una copa de vino en su terraza mientras contemplamos el paisaje fue única. Definitivamente, volveremos.
5. Iglesia de Nuestra Senora de la Candelaria
Aunque no pudimos ingresar debido al horario, la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria es uno de los lugares más atractivos que visitamos en Maimará. Construida en estilo colonial, cuenta con una torre de tres cuerpos y un impresionante retablo mayor. Las imágenes de la Virgen de la Candelaria y la Virgen de los Dolores, ambas con coronas de plata repujada y cincelada, son de una belleza increíble. Existe una política de no permitir filmaciones ni fotos en el interior, algo que consideramos importante para preservar el lugar.
Si bien la iglesia estaba cerrada, nos encontramos con unas señoras que nos permitieron apreciar un poco más de cerca. Su cálido trato nos permitió conocer un poco más de la historia de la comunidad de Maimará. La capilla es sencilla, pero transmite una carga emocional y espiritual que nos hizo sentir paz. Es hermosa, cuidada y de una belleza deslumbrante.
En nuestra visita al camino de regreso a Salta, decidimos visitar la iglesia y pudimos conocerla junto a una guía que nos contó la historia detrás de sus cuadros y decoración. La capilla es pequeña y acogedora, y nos acercár
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